viernes, 9 de enero de 2015

Cualquier tiempo pasado fue mejor

El cuerpo (y la mente) se acostumbran… al dolor, al sufrimiento, a las horas de nauseas infinitas… a casi todo menos al olor de la quimio, eso, eso se queda ahí y de momento es para “siempre”. Inherente el olor como si fuese el poso de un té. A veces parece que nada ha pasado y que mi vida es normal, que ha vuelto a su sitio, pero no. Ni nada es como antes ni tu eres la misma persona.

A pesar de que la mente busca subterfugios y que incluso crees que el espejo te devuelve la imagen de lo que eras sigues sin ser la misma. Ni el pelo, ni las pestañas, ni las cejas, ni tu cuerpo, ni tu alma es lo que una vez fue. Y esta vez si, cualquier tiempo pasado fue mejor.

Te acostumbras a ponerte la peluca, a que te pique la cabeza, a que te den sofocos e incluso a que te digan “qué bien te sienta este nuevo corte” pero tú sabes que ya no eres tú y que no volverás a ser la misma. Quizás una versión mejor pero no la que fuiste antes.

Sueñas con el corte de Charlize Teron en los Oscar, en notar la sensación del viento en tu cabeza y piensas que, cuando por fin, tu nuevo pelo luzca te verás como ella. Sólo que tu no elegiste el cambio de look y se lo debes a la mala suerte o como quieras llamarlo.

Al cabo de un tiempo el pelo ya no te preocupa tanto, quizás la peluca disimule más de lo creías a pesar de las miradas indiscretas que a veces recibes pero, ¿qué pasa con todo lo demás?¿volverá el cáncer?¿volverá mi regla?¿podré ser madre?...

Mientras la mayoría a mi alrededor criaba yo pensaba en mis tres ovocitos crionizados (no dio tiempo a más) y en que nadie sabía si volvería a menstruar. Estás en la cola del estudio. Tan simple como eso. Cada vez es mayor el número de mujeres premenopaúsicas que hemos padecido un cáncer de mama pero aún no hay cifras de según qué cosas.

Cáncer de mama.

Aún me cuesta escribirlo y han pasado 7 meses desde que el tumor irrumpió en mi vida. A pesar de haber leído cantidad de blogs donde (gracias a Dios o a Alá o a una entidad mayor) todas hablan de que hay un futuro después de esto yo no acabo de creerlo. O sí. Pero no como antes. No como yo lo había pensado. No como yo lo quería. La vida te cambia y es para siempre. Más que cuando tienes un hijo, o eso creo, porque no lo he tenido ni creo que pueda, más que cualquier cosa… porque hay enfermedades que no sólo afectan al cuerpo sino también al alma. Y eso, eso es lo peor.

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